Confirmamos la actualidad de la obra de
Dickens: las relaciones humanas dan lugar al folletín, la realidad
se refleja terrible y siniestra sin dinero.
Pero hay algo que se desliza entre
todos, ajeno a una realidad que no conoce, tal vez porque sea lector
y tenga, como nosotros, esa capacidad para disfrutar de la literatura
e interpretar el mundo por encima de todo. O porque no pueda hacer
otra cosa que avanzar. ¿Quién sabe por qué Germán ha llegado
hasta nosotros? ¿De dónde viene? ¿Quién es?
Alguien nos ha contado parte de su
historia, pero sólo la conocerán los que tengan acceso al precioso
pliego manuscrito. Nadie nunca volverá a disfrutar de ese momento de lectura,
es nuestro.