8/11/12

Introducción a Los espectros, Leonid Andreiev

(Grupo de lectura de la biblioteca de Nava, octubre 2012)


Leer a Leonid Andreiev (1971-1919) es bucear en otra realidad. Belleza sobrecogedora y vértigo los de este escritor ruso no demasiado conocido. No tan conocido, al menos, como otros que expresaron su admiración por él. Como Gorki, su mentor. Andreiev nació en la zona de Tolstoi y Turgeniev, fue de origen humilde pero tuvo éxito en vida, fue antizarista pero se desencantó muy pronto del comunismo… 

La percepción de la realidad no es la que llamamos normal en el manicomio, donde transcurre la mayor parte de la novela, por más que lo sea para los internos que viven en él; pero tampoco lo es en el Babilonia, un restaurante al que cada noche acude el director de la clínica a embriagarse y cuyos clientes consideran un mundo más real que el que conocían antes de llegar allí.


«Y mientras bebían se percataban de que la vida sobria que habían llevado hasta entonces no era sino una mentira, un engaño; de que la verdadera vida, la vida real, estaba allí, en aquellos lindos ojos bajos, en aquellas exaltaciones del sentir y el pensar, en aquel vaso que alguien acababa de romper, derramando sobre el mantel un vino color de sangre.»


¿Qué es el mundo real?

¿No es muy fina la línea entre la locura y la cordura?
¿Y el espacio tan sosegado, extrañamente inmóvil de esta novelita, no la hace más y aún más turbadora?

Tolstoi: “Andreiev quiere darme miedo, pero yo no tiemblo”.